¿Qué es Familoamérica?

“FamiloAmérica” es el proyecto de una familia colombiana por recorrer Latinoamérica en una camioneta Volkswagen Westfalia 1981 (llamada “Dharma”) para conocer un poco más a profundidad y de primera mano de nosotros mismos y de la riqueza humana y natural de nuestro subcontinente. Es un intercambio de experiencias desde lo que somos, desde la familia, la cultura de paz, el clown y la improv, el masaje, la meditación, el mindfulness (la plena atención) con toda la gente en America Latina que quiera compartir con nosotros. Es una apuesta y experiencia de vida sin pretenciones excesivas ni más posesiones que nuestro carro, un poco de ropa y nosotros mismos.

“FamiloAmérica” reúne y mezcla en una palabra la esencia de nuestro viaje: Familia y Latinoamérica. Lo subtitulamos “Expedición A.L. interior” porque es un viaje hacia afuera que nos impulsa a ir hacia adentro, para afrontar nuestros miedos, limitantes e inseguridades y (re)conocer nuestras potencialidades y cualidades como individuos, padres de familia, amigos, esposos, latinoamericanos y seres humanos. Es un viaje al interior de América Latina para aprender de su historia, su cultura, su naturaleza, su diversidad y su gente. “A.L.” (América Latina) es el medio y el fin para salir y llegar a nosotros mismos.

Este proyecto familiar es un intento por salir del lugar seguro, de la rutina, de las convenciones y la formalidad, de la ciudad que nos ha dado todo para ser lo que somos: amigos, familia, trabajo, colegio, apartamento, comodidad, felicidad… y también un poco de afán, presión, más trabajo, inseguridad, competencia y sufrimientos. No es un intento por abandonar todo y salir corriendo por nuestra propia cuenta a encontrar un paraíso inexistente. Sabemos muy bien que nuestras felicidades y sufrimientos seguirán apareciendo por cualquier ruta que tomemos, de diferentes maneras y circunstancias, y esta será una gran oportunidad de afrontarlos, aceptarlos, transformarlos y aprender de ellos en otros escenarios. Es un viaje para descubrir, crear y encontrar nuestro propio paraíso, con nuestros propios cielos e infiernos, dichas y desdichas. También sabemos que no viajamos solos. Nuestra familia, amigos, todos los que nos han dicho “este es mi sueño” o nos han dado una voz de aliento y esperanza viajan con nosotros con su buena energía, sus buenos deseos y sus oraciones.