Dicen que los angeles existen. Yo creo en ellos, son de carne y hueso y están acá, en este plano, manifestándose como miles de personas que aparecen en el camino para ayudarnos de una u otra forma. A veces una sonrisa, un consejo o una ayuda oportuna cambian nuestra vida. Y sin darnos cuenta, nos vamos encontrando con personas increíbles, ángeles, guías, que hacen parte de este sueño y que nos van ayudado a hacerlo realidad.

Este es un pequeño intento de agradecerle a cada uno y de regresarles un poco del amor que nos han dado. En realidad, las palabras nunca harán justicia a la gratitud que sentimos hacia ellos.

A nuestras mamás, y a nuestro maestro Thich Nhat Hanh… gracias por traernos hasta acá.

Gracias Mil

 Persona  Fecha y Lugar  Gracias por…
0 A nuestra Sangha Bogotá, Septiembre 2016 – Marzo 2017 Por escuchar profundamente el proceso de este viaje. Nuestros sueños, frustraciones, dificultades. Por recibir nuestra lágrimas y alegrías en el río de la sangha.
1 Alejandro Gutierrez Bogotá, Septiembre 2016 – Marzo 2017 En medio de una fiesta nos encontramos con Alejo, un amigo de la vida, y al contarle nuestra idea nos dio el primer gran impulso: nos en-ruto a encontrar el carro que hoy en día es nuestra casa. De ahí en adelante, Alejo se convirtió en nuestro consultor, mentor y amigo que nos ha ayudado en tantos arreglos que sería imposible enumerar acá. Gracias Alejo por estar al otro lado del teléfono cuando nos varamos, cuando nos desvaramos, por ponerte el overol y meterte en la tarea de darle vida, fuego y agua a Dharma.
2 Caliche Medellín, Septiembre 2016. Comprar el carro fue todo un reto. Estaba roto, en Medellín y para ese entonces Camilo y yo no sabíamos nada de un motor. Caliche, siendo un “desconocido referido”, nos acompañó el día que decidimos comprar este carro que no andaba, nos invitó a su oficina a hacer una lista de pros y contras, y nos llenó de ánimo para meternos de cabeza al agua.
3 Manuel Luque Bogotá, Noviembre 2016 – Marzo 2017 Y su papá, Manuel Ignacio también conocido como Tacho, compartieron con generosidad los contactos de cada una de las personas indicadas para los trabajitos que tuvimos que hacer al carro. El mecánico, el eléctrico, el tapicero…
4  Rafael Amezquita
& Germán.
 Bogotá, Noviembre 2016 – Marzo 2017 Rafa tiene un taller donde llega toda la comunidad Volkswagen de Colombia… y por una buena razón. Su trabajo y amistad fueron grandes descubrimientos. Él dice que a nadie le aceptaría arreglar este carro (porque son un gallo), pero por suerte lo hizo para nosotros, nos enseño y con mucha paciencia, pudimos aprender lo poco que sabemos hoy. Gracias Rafa, gracias Germán, gracias Autoamez.
5  Lucho Correa, Laura y Silvia  Bogotá, Febrero 2017 Tengo que declarar que en todo y cuanto sea referente a diseño… sufro de una Lucho-dependencia. Una mañana en una reunión del trabajo, metí entre mis consultas de trabajo un dibujito que hizo Camilo sobre nuestro viaje. Lucho dijo que ya estaba todo, que era hermoso, inocente y que ese dibujito sería nuestra imagen. Luego, Laura y Lucia, sus chicas en Lip me ayudarían a trasladarlo a digital, a hacer postales, calcomanías… y acá está!
6  Manuel Desdín Bogotá, Diciembre 2016. Manolo, vino a pasar unas semanas de descanso en Bogotá y yo aproveché para sentarlo en Anapoima, en un computador, a ver themes para el blog en el que ahora escribo. Gracias Manolo 😉
7  Emilia Sanabria Bogotá, Marzo 2017. Luego llegó a Anapoima, Emilucha. Yo tenía alguna idea de cómo quería que se viera el blog, pero no tenía idea de cómo lograrlo. Emilucha le dio forma al css, pero sobre todo, me transmitió un mensaje que venía del cielo y me confirmó que mi papá estaría feliz, acompañándonos en este viaje.
8 Familia Badev González Bogotá, antes de salir. La primera casa donde pedimos posada, fue donde los Badeva cuando estábamos probando el tema de arrendar nuestro apartamento en Airbnb. Fue un fin de semana delicioso, aprovechamos para salir a tomar una sangría a Tonalá y a la mañana siguiente nos despertaron pancakes hechos por Alicia.
9 Felipe Noguera & El Arca de Noé Bogotá, antes de salir. Felipe es el Director en el jardín infantil donde va Teo, El Arca de Noé. Encontrarnos con él y su equipo fue maravilloso. El mayor aporte que ha hecho Felipe a nuestras vidas son valiosísimos consejos cuando nos vemos en aprietos con la educación de nuestros hijos. Siempre ha hecho sentir a Paz como en casa (aunque ella fue a otro jardín) y a nosotros nos invita a charlar a su oficina. Cuando Felipe vio el carro/casa por primera vez nos llamó románticos y le brillaban los ojos de alegría. Felipe ha apoyado el viaje en maneras extraordinarias y nos sentimos muy afortunados de contar con su amistad.
10  Callita  Bogotá, Noviembre 2016 / Marzo 2017 Sin querer quererlo, la aventura de soltar comenzó en Bogotá. Cerramos apartamento en Enero cuando lo arrendamos y pensábamos que saldríamos en cuestión de un par de semanas, que se traslado a un mes y luego a dos. Callita nos ofreció quedarnos en su apartamento que fue nuestra guarida para mantener el equilibrio de nuestro hogar. En carro entraba y salía del taller y sin este espacio habría resultado muy difícil prepararnos. Gracias Callita por abrirnos las puertas de tu casa. Siempre agradecidos.
11 Familia Bermúdez (incluída Claudia). Siempre Por recibirnos en su casita en Bogotá y en Sopo y hacernos sentir en familia, en hogar, en amor.
12 Juanpa Rivadeneira Bogotá, Antes de salir. Por ayudarnos con detallados en la web.
13 Sebastián Llinás  Bogotá, Antes de salir. A Sebastián lo conocí en los muchos talleres por los cuales pasó Dharma. Nos llenó de ánimo para contar nuestra historia y nos recordó que lo más lindo del viaje… es compartir con los demás.
14 Alejandro Mosquera  Bogotá, Antes de salir. Por sus varias ayudas con el blog y las imágenes, mientras yo lograba descubrirlo.
15 Colegio Campoalegre  Bogotá, Antes de salir. Fue muy bonito compartir la noticia y recibir aliento de parte de una institución educativa como lo es el Campoalegre, el colegio de Paz. Margarita y los profes  siempre muy especiales y mostrándonos apoyo, además de una linda y sentida despedida que hicieron Junita y los niños de transición, para paz.