Preguntas Frecuentes?

Esta sección responde a una serie de preguntas que nos hacen día a día al hablar de nuestra aventura. Las respuestas, como todo en nuestra vida, van cambiando a medida que recorremos el camino y se van dando sin ser definitivas. Sin embargo, acá escribimos un poco de lo que sentimos hoy sobre “FamiloAmérica” para compartir con todos un poco más de nuestro viaje.

Porque queremos vivir en familia una experiencia diferente para aprender cosas nuevas y compartir otras más, en escenarios y con personas maravillosas que no conocemos.

No estamos inconformes con nuestra vida en Bogotá que hemos construído alrededor de nuestra familia, amigos y seres queridos. Los amamos y nos encantan los trabajos que hemos tenido (PNUD y Festival ElDorado), el colegio de Paz (CampoAlegre), el jardín de Teo (Arca de Noé) y la co-construcción de la Sangha de Bogotá. En Bogotá tenemos la facilidad, felicidad y gozo de montar en nuestras bicicletas, ir a una casa de campo en Pacho o en Anapoima, de tener a los niños en clases de natación, de improvisar con Picnic o payasear con Henyoka, de salir juntos a cine y tener a nuestras mamás, hermanos, amigos y familiares a nuestro lado. Pero Bogotá también nos ofrece retos y dificultades que no vamos a extrañar tanto: falta de tiempo, afanes, competencia, stress, obligaciones, rutina, necesidad de reconocimiento, formalidad, trabajo desmesurado, consumo inconsciente (TV, internet, comida chatarra, celulares inteligentes), violencia. Hemos intentado ser felices en Bogotá con lo que somos y tenemos, y queremos vivir otra experiencia de vida distinta en este valioso intento de encontrarnos a nosotros mismos que se llama Vida.

Queremos estar con Paz y Teo y darles prioridad por encima de las “obligaciones” de la vida moderna que dificultan cada día más que sus padres estén y jueguen con sus hijos. Queremos estar verdaderamente presentes para ellos, jugar sin prisa y conocer montañas, animales, paisajes, lugares y personas en vivo y en directo y no por una pantalla. Queremos conocer de nuestra América Latina, de su gente, su cultura, sus paisajes y su historia de primera mano. Y queremos compartir lo que somos y sabemos hacer (clown, improv, masajes, cultura de paz, mindfulness) para realizar un intercambio de experiencias y saberes que nos hagan mejores amigos, esposos, padres y seres humanos.

Queremos vivir diferentes aventuras para compartir en familia el sabor dulce de los logros y la amargura de los fracasos. Sabemos bien que “FamiloAmérica” no va a ser un viaje romántico e idílico por suramérica como fácilmente se podría imaginar y sabemos que tendremos grandes dificultades y retos que nos harán dudar en algunos momentos y sufrir en otros. Y precisamente por esto lo hacemos: para afrontar nuevos retos y conocernos mejor como familia, para comprendernos y amarnos mejor como amigos y esposos, para afrontar las adversidades como equipo y superarlas o fracasar en el intento… juntos.

Para muchos es una “locura” y para otros es un “sueño que siempre he querido realizar”. Para nosotros, son las dos.

No tenemos un itinerario de lugares y fechas establecidos ni fijos. No queremos salir del afán de una ciudad como Bogotá para “correr y llegar” a otro lugar por cumplir con un cronograma, alcanzar unas metas o demostrar algo. Como dice nuestro maestro Thich Nhat Hanh, “ya hemos llegado, estamos en casa”.

Iremos donde la Vida quiera que vayamos y trazaremos nuestra ruta de acuerdo a una escucha profunda e intuitiva que guiará nuestro siguiente destino y a las generosas invitaciones de amigos y conocidos que quieran invitarnos a pasar por sus casas, pueblos o ciuadades.

Sabemos una cosa: Iremos hacia el sur, en dirección a la Patagonia, y queremos visitar la mayor cantidad de países, ciudades y pueblos latinoamericanos que podamos. Y queremos regresar por Brasil para conocer la mayor cantidad de comunidades y tradiciones de nuestra América Latina. Nos adaptaremos a lo que la Vida y el “gran misterio” decidan, sabiendo que donde quiera que vayamos “estaremos en casa”.

El colegio de Paz y el jardín de Teo continuarán su camino… y Paz y Teo el suyo. Vamos a tener una experiencia inolvidable en familia y cada uno de nosotros la vivirá de manera particular. Creemos que el conocimiento se crea a partir de la experiencia y como padres de familia trataremos de educar a nuestros hijos con nuestro ejemplo y de brindarle oportunidades para que ellos mismos trazen y recorran su propio camino. Conocerán las montañas, los ríos, las comunidades, las frutas, las comunidades, las dificultades y las maravillas de América Latina directamente y nos seguirán mostrando a nosotros, sus padres, el camino simple, alegre y humilde hacia la felicidad. Aprenderemos juntos, aprenderemos de todos y de todo, y escribiremos nuestra propia historia, a nuestro propio ritmo y letra con los conocimientos que nos compartan los sabios disfrazados de campesinos, empleados, artistas o banqueros y con los descubrimientos que hagamos de nosotros mismos.

Consideramos que es importante aprender a cumplir lo sueños, y que estos se pueden concretar. Pero sobre todo, aprenderemos mucho de nosotros mismos, aprenderemos a des-estructurarnos, a mirarnos hacia adentro, a confrontarnos como seres y de vivir en equipo.

Nuestro trabajo prioritario en este momento de la vida es ser buenos padres y buenas personas. Tenemos mucho trabajo por hacer en este sentido. A donde lleguemos, ofreceremos lo que nos gusta y sabemos hacer, compartiendo con personas y comunidades. Camilo hará talleres de cultura de paz, improvisación de teatro y clown. Paula, hará masajes (Abhyanga/Ayurveda y Tailandés) y relajaciones profundas. Juntos practicaremos meditaciones y  Mindfulness, visitando las sanghas de América Latina. Queremos que nuestro trabajo sea un intercambio generoso y fraterno, para ayudarnos y crecer mutuamente con las comunidades que visitemos.

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